El término psicólogo tiene dos acepciones generales, por un lado es una persona que tiene un título profesional en Psicología y que ejerce la práctica de la misma, para esto debe poseer el grado académico de Licenciado en Psicología y haberse colegiado en el Colegio de Psicólogos de la jurisdicción donde ejerce. Cabe agregar en todo caso que no en todos los países la colegiatura es obligatoria, sino voluntaria. Esto viene determinado por las leyes particulares de cada país. Asimismo, en otros países como en Chile algunas escuelas de psicología ofrecen al estudiante la opción de recibir sólo el "título profesional" de psicólogo acreditado por una práctica profesional, y no necesariamente el "grado académico" de licenciado en psicología, que implica para su acreditación la elaboración de una tesis de grado.
En otro sentido, se entiende como psicólogo a toda persona que estudia el comportamiento humano en sus diferentes ámbitos desde un enfoque científico. De ahí que personajes tan importantes como Sigmund Freud, Carl Jung, Carl Rogers, Alfred Adler, Jean Piaget, Wilhem Wundt o Eric Berne, que provienen de áreas tan dispares como la medicina, la biología y la física, sean considerados como los padres de la psicología y que se les reconozca, dentro del gremio, su estatus como psicólogos.
En casi todos los países del mundo existen facultades o escuelas de Psicología en las principales universidades tanto públicas como privadas. En las universidades que no poseen una facultad de psicología, esta carrera suele estar adscrita a las facultades de ciencias sociales, humanidades y ciencias humanas, dependiendo del país, de la institución y de la orientación de la formación.
El estudio de la psicología está especialmente difundido en Europa y Norteamérica; en América Latina está en amplio crecimiento, encontrándose especialmente desarrollada en Sudamérica, donde países como Argentina, Chile y Brasil son reconocidos en todo el mundo por sus aportes a la teoría, especialmente en el área del Psicoanálisis. Otra área de estudio desarrollada en América Latina es la psicología social y su aplicación comunitaria, donde países como El Salvador, Puerto Rico, Venezuela y México han dado varios de los teóricos más importantes en este campo.
Aunque cada programa de instrucción en psicología varía según la institución que lo imparte, en líneas generales los psicólogos deben tener formación en:
A estos aspectos se les suma la formación en ciencias básicas y en ciencias aplicadas, de acuerdo con la estructuración y los objetivos de cada centro de estudios profesionales que imparte la carrera.
La psicología tiene un terreno amplio de aplicaciones, tantos como hechos humanos hay, y los psicólogos frecuentemente optan por la especialización en un área de su preferencia (más del 60 por ciento de ellos se dedican a la clínica), o a aquella que represente mayores retribuciones laborales o un mayor campo de trabajo (industrial-organizacional), aunque actualmente la tendencia va más hacia la integración interdisciplinaria de los diferentes campos y con carreras afines, en pos de una comprensión de la complejidad del individuo, de su existencia y de su vida psíquica que permita estudiar, investigar, teorizar e intervenir de una forma más adecuada, más efectiva y más real en los problemas que aquejan a la humanidad en su eterno devenir por la experiencia del sí mismo y de los otros.